Supongo que todo el mundo ha oído hablar alguna vez de la selección natural. La selección natural es un mecanismo mediante el cual las especies se mantienen en equilibrio, generalmente eliminando a aquellos indivídulos que poseen defectos y dándole ventaja a aquellos que estan mejor preparados para el medio en el que van a vivir.
Desde pequeño he pensado en este mecanismo aplicándolo a muchas más cosas de la vida cotidiana, generalmente haciendo referencia a que “los tontos mueren primero”, “los tontos son mayoría” o que el sentido común en realidad es lo que se conoce como sentido de supervivencia. Para mí es un tema recurrente y del que quiero aprovechar para compartir mis pensamientos y conclusiones.
El ser humano es la especie más prolífica de la historia, y con bastante diferencia. Normalmente una especie cualquiera cuando se reproduce, dos especímenes con genéticas diferentes se combinan para dar como resultado un nuevo espécimen que se espera que sea mejor que los anteriores, aunque puede que no. Los genes de cada indivíduo son como un programa de ordenador, indican cómo debe funcionar cada parte y de igual forma que en los ordenadores, tienen fallos. La selección natural es una especie de combinatoria por fuerza bruta donde si el resultado final es mejor que el anterior, debería sobrevivir, en caso contrario, morirá.
Dicho de otra forma, este sistema de prueba y error hace que los cambios que no suponen mejoras para la especie den más tiempo a la misma a encontrar otro indivíduo que sí suponga una evolución. Todos los animales han evolucionado desde el cultivo primigenio a base de matar millones de errores para que unos cuantos aciertos sobrevivan.
Siguiendo la analogía de antes con los programas de ordenador y dado que estas mezclas son prácticamente aleatorias, hay casos en los que algún cambio genético no produce ninguna mejoría o problema, pero podrá producirlo en generaciones venideras o bajo condiciones especiales, así que probablemente, en alguna parte del genoma humano que esté presente en todos los indivíduos de la especie tenga un error y con las condiciones precisas la raza se extinga.
Por suerte para nosotros eso no pasará, puesto que es más probable que nosotros mismos nos aniquilemos antes. No hablo de guerras o masacres, sino debido a nuestra longevidad. El ser humano es el único animal que ha podido controlar la selección natural de su especie. Se ha extendido muchísimo nuestra esperanza de vida, tanto por el uso de medicamentos y química, como por las diversas técnicas quirúrgicas, conocimiento de nuestro cuerpo, y en general, gracias a nuestra ciencia.
El problema principal es que no tenemos depredadores suficientes, y aunque los hubiera, el número de humanos va en aumento contínuamente, cada vez a más. En estos casos normalmente las enfermedades de transmisión sexual (en nuestro caso la principal es el SIDA) sirven como sistemas de contención de plagas, evitando que una especie prolifere demasiado, pero incluso con eso seguimos adelante. Esto también supone un problema a nivel genético, puesto que por un lado al salvar a los especímenes con defectos genéticos la raza está acumulando errores y en general degenerando en lugar de progresar. Además, cada vez la diversidad genética es menor puesto que estadísticamente sucederán más relaciones entre familiares lejanos.
Evidentemente esto es un claro dilema ético y moral, podemos seguir con el sistema antiguo de la selección natural o continuar buscando uno nuevo. Aquí podríamos mencionar la contínua disputa entre las religiones y la ciencia, siendo las primeras más conservadoras y la última más progresista. Técnicamente para la humanidad sería fantástico que millones de personas con defectos genéticos (o contagiadas por epidemias, minusvalías, etc…) muriesen para que las siguientes generaciones fuesen probablemente mejores, pero… ¿alguien dejaría morir a su hijo sólo por eso? Está claro que no. En la naturaleza cuando una madre debe elegir entre su supervivencia o la de su cría, no tiene más remedio que abandonarla y volver a intentarlo, pero nosotros no tenemos porqué.
Pensando en el futuro. es probable que se acumulen más y más errores genéticos y que aparezcan nuevas pandemias (nuestro único depredador real ahora mismo) puesto que los virus y bacterias evolucionan a la misma velocidad a la que lo hacemos nosotros. Quizás la próxima parada después de haber secuenciado el genoma humano sería saber exactamente que hace y para que sirve cada parte y poder “corregir” los errores en nuesto programa. Esto tiene también muchos temas peliagudos, por un lado experimentar con humanos no es éticamente correcto, por otro lado podríamos pensar que estamos corrigiendo algo y a la vez estar estropeando otra cosa (paradoja que suele suceder también en proyectos informáticos de tamaño colosal) que incluso puede ser más relevante que la anterior. Podrían crearse problemas serios para la especie o incluso la creación de nuevas especies ya que la ciencia tampoco lo sabe todo, se basa en la suposición y la prueba y error.
Estamos pues ante la nueva versión de la selección natural: la selección manual. El ser humano será quien decida cómo será. Realmente es fascinante, lo que normalmente llevaría millones de años de evolución podría conseguirse en décadas. De hecho, ya está sucediendo a menor escala: en los últimos 100 años, a medida que se extendió nuestra esperanza de vida y aumentaron los conocimientos de la ciencia, se consiguieron superar metas antes inalcanzables. Además, la invención del ordenador, un sistema que permite realizar cálculos complejos millones de veces más rápido de lo que nuestra mente puede abre muchas puertas para escudriñar entre las millones de combinadiones del genoma.
En resumen, o acabamos reinventándonos o sucumbiremos a nosotros mismos.
No es de extrañar que en las noticias aparezcan casos de personas psicológicamente trastornadas haciendo atrocidades, estadísticamente hablando, si ya hemos superado los 6.000 millones de personas, tiene que haber cientos de personas con problemas psíquicos reales heredados genéticamente.
Las acciones del hombre también repercuten en el resto de seres vivos, actuando como propiedades del ecosistema, obligándolos a adaptarse o morir. Un curioso ejemplo sería el cangrejo samurai. En otros casos también estamos evitando que determinadas razas se extingan. Por no hablar de lo que se hace con los animales de producción industrial, los alimentos transgénicos o la alimentación de los animales destinados para consumo humano.
Pensad por un momento en lo que nos ha hecho llegar hasta aquí: el conocimiento. Está claro que han existido personas fuera de serie (Newton, Voltaire, Tesla, etc…), incluso con diferencias reales en el cerebro como podría ser el caso de Albert Einstein, que perciben las ideas y el mundo de una forma que los demás dificilmente podemos imaginar. Pero son unos pocos entre muchos millones, la forma de intentar que todo el mundo evolucione es intentar conservar y difundir el conocimiento entre generaciones.
Alguna vez habeis pensado en qué pasaría si sólo sobreviviesen en el mundo (probablemente arrasado) 100 personas y vosotros fueseis una de ellas, ¿cuantas cosas podríais hacer con lo que sabeis para sobrevivir y para conservar los conocimiento de nuestra cultura? ¿Edificar? ¿Construir? ¿Cazar? ¿Tejer? ¿Hacer fuego? ¿Generar electricidad? Son muchos conocimientos, la mayoría dependen unos de otros, como los eslabones de una cadena y es muy dificil que alguien los sepa todos.
Debemos atesorar el conocimiento, tanto para avanzar como para prevenir, numerosas civilizaciones han perecido a lo largo de la historia y se ha tenido que volver a empezar prácticamente desde cero. Si nos matan los experimentos con la genética o el LHC y alguien sobrevive, por lo menos que puedan saber que botón NO había que tocar. 🙂
Buen blog !
LLegará el momento en que tal como tu dices pondremos manos a la obra en el arreglo de “bugs” genéticos, será después de tener un conocimiento acabado de la expresión genética de cada proteína y la forma como todas ellas llevan a cabo el concierto de la maquinaria bioquímica, primero será sacarnos de encima enfermedades claramente incapacitantes, de esa que nadie tendría ningún pero, luego que cientos de enfermedades de origen genético, algunas quizá bastando la modificación de solo algunas bases en un único cromosoma a través de vectores víricos, por ejemplo, o maquinarias moleculares de diseñi (enzimas sintéticas o híbridas de diseño o adaptando las que ya hacen un trabajo parecido). Como somos inquietos e imparables, raza de genuinos hackers en algún pto alguien descubrirá que la inteligencia, altura, complexión esquelética y muscular o cualquier rasgo que nos parezca deseable está a “tiro de piedra” con la técnica existente e inveitablemente comenzaremos a “mejorarnos” según nuestro porpio criterio, mejoras que quedarán en forma permanente en nuestro adn hasta que un próximo upgrade en una próxima generación afine más aún el criterio. Los resultados de generaciones de mutantes “mejorados” en inteligencia, longevidad y complexión física nos llevaraá por derroteros insospechados, en conjunto con el siempre creciente poder de cómputo y análisis resulta incalculable el resultado de “operarnos a nosotros mismos”. Ésto va a ocurrir, lo doy por seguro, será de alguna forma y marco de tiempo, bajo dilemas morales donde realmente sé de antemano que la curiosidad humana no tiene límite.
Ésto debe haber ocurrido en alguna raza interestelar quizá ya hace tiempo inmemorial y quizás ctas veces, ésto es solo el comienzo para nosotros como especie.
Dos pelis para “ilustrarnos” desde enfoques totalmente diferentes sobre el tema:
* [“Gattaca”](http://www.imdb.com/title/tt0119177/)
* [“Idiocracy”](http://www.imdb.com/title/tt0387808/)